Las 3 causas más comunes de falla de una Cruceta

Si bien cualquier vehículo de tracción trasera puede tener una Cruceta, normalmente se encuentran en las camionetas y los SUVs. Las Crucetas conectan el eje de transmisión y el diferencial trasero, y permiten un cambio en el ángulo de la línea de transmisión. De esta manera, el eje trasero del vehículo se puede mover arriba y abajo sin romper el eje de transmisión.
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Cuando una Cruceta empieza a fallar, es normal escuchar sonidos metálicos durante los cambios de marcha, chirridos en los giros, e incluso vibraciones a velocidades altas. Cuando un vehículo requiere el cambio de la cruceta, es útil conocer las distintas causas posibles de la falla.

Por ello, te compartimos las tres causas más comunes de avería de una Cruceta:

1. Desgaste normal

Casi todo en un automóvil en funcionamiento acabará fallando, y las Crucetas no son una excepción. Las crucetas experimentan bastante desgaste, especialmente en los vehículos que remolcan con frecuencia o que transitan por caminos de terracería.
Una lubricación adecuada puede prolongar en gran medida la vida útil de las Crucetas del vehículo, y las Crucetas que se pueden lubricar tienen intervalos de mantenimiento recomendados. Sin embargo, algunas crucetas tienen diseños “cerrados” o sellados que no permiten añadir lubricante.

2. Desalineación

La desalineación del eje transmisión puede suceder cuando se efectúan modificaciones en el diferencial trasero o en el montaje de la transmisión. La desalineación creará una vibración excesiva que puede sacudir la Cruceta, dañar los sellos que reducen la lubricación y acabar provocando la avería de la cruceta.
Añadir un kit de elevación o un juego de neumáticos de gran tamaño puede reducir la vida útil de una Cruceta. Si un vehículo es modificado de esta manera, es una buena idea inspeccionar las crucetas y asegurarse de que los ángulos siguen estando dentro de las especificaciones.

3. Conexiones sueltas

A veces, los tornillos que mantienen a las Crucetas en su sitio – ya sea al eje de transmisión o a la transmisión o diferencial – pueden aflojarse o soltarse por completo. Esto suele ocurrir debido a la corrosión, al exceso de vibración o traqueteo, o a que los tornillos no fueron apretados correctamente. Una carcasa de transmisión o de diferencial desgastada o agrietada también puede causar esto.

Por supuesto, la avería de una cruceta no se limita a estas tres causas. El apriete excesivo puede causar daños, así como la gran cantidad de polvo generado en las carreteras, remolques con cargas excesivas, la conducción en caminos de terracería, etc. Los vehículos con motores altamente modificados también pueden causar averías en la cruceta.

Conocer la causa de la avería es clave para una sustitución correcta

Cuando llega la hora de sustituir una Cruceta, es esencial conocer la causa de la avería de la cruceta existente. Si, por ejemplo, el motor o la suspensión de un vehículo ha sido modificado, sustituir la Cruceta OEM con otra unidad de especificaciones OEM no va a solucionar el problema.

De igual manera, si el propietario del vehículo no es consciente de la importancia de la lubricación de la cruceta, puede acabar necesitando otro juego de crucetas mucho antes de lo esperado.